La principal diferencia entre la sinterización en estado sólido y la sinterización en estado líquido radica en la presencia y el papel de una fase líquida durante el proceso de sinterización. La sinterización en estado sólido implica la densificación de los materiales únicamente a través de mecanismos de difusión sin ninguna fase líquida, mientras que la sinterización en estado líquido incorpora una fase líquida que ayuda a la reordenación y densificación de las partículas.
Sinterización en estado sólido:
En la sinterización en estado sólido, los materiales como la cerámica (por ejemplo, zirconia y alúmina) o los polvos metálicos se calientan a temperaturas inferiores a sus puntos de fusión. Las partículas del compacto se transportan principalmente por mecanismos de difusión, como la difusión en los límites de grano, la difusión superficial y la difusión volumétrica. Este proceso es crucial para mantener la composición química y la pureza de los materiales, ya que no se introducen fases adicionales. Los parámetros de sinterización, como la temperatura, el tiempo y la presión, se controlan cuidadosamente para conseguir las propiedades deseadas del material. La sinterización en estado sólido es preferible para materiales relativamente fáciles de densificar y en los que es importante conservar la composición original.Sinterización en estado líquido:
La sinterización en estado líquido se emplea para materiales más difíciles de densificar, como el nitruro de silicio y el carburo de silicio. En este proceso, se incluyen pequeños volúmenes de aditivos en la composición para formar una fase líquida a la temperatura de sinterización. La presencia de esta fase líquida facilita la reorganización de las partículas primarias de polvo debido a las fuerzas capilares. A medida que las partículas se reorganizan, algunas se disuelven en el líquido y vuelven a precipitarse en las zonas de cuello entre partículas, lo que favorece la eliminación de poros y conduce a la densificación completa del compacto cerámico. La sinterización en estado líquido es especialmente eficaz para los materiales que no se sinterizan fácilmente en estado sólido, ya que mejora los índices de densificación y las densidades finales.