El efecto de la atmósfera del horno en el análisis térmico es significativo. Influye directamente en las propiedades y la calidad de los materiales tratados.
Las atmósferas de los hornos están diseñadas para proporcionar entornos específicos. Estos ambientes protegen el material de las reacciones superficiales o facilitan las modificaciones superficiales.
La elección de la atmósfera depende de los resultados metalúrgicos deseados. Por ejemplo, carburación o prevención de la oxidación.
4 factores clave a tener en cuenta
1. Protección frente a las reacciones superficiales
Las atmósferas de los hornos pueden controlarse para crear un entorno que evite la oxidación y la descarburación. Estos son problemas comunes cuando los materiales se calientan en presencia de oxígeno.
Por ejemplo, el uso de una atmósfera endotérmica puede ayudar a mantener la integridad de la superficie del material. Este tipo de atmósfera suele contener monóxido de carbono, hidrógeno y nitrógeno.
Esto es crucial en procesos como el tratamiento térmico. La calidad de la superficie del material es tan importante como su estructura interna.
2. Facilitación de las modificaciones superficiales
En otros casos, la atmósfera del horno se manipula para participar activamente en la modificación de la superficie del material.
Por ejemplo, en los procesos de cementación, se utiliza una atmósfera endotérmica para introducir carbono en la superficie del acero. Esto aumenta su dureza y resistencia al desgaste.
La composición del gas endotérmico puede ajustarse en función de la fuente de gas hidrocarburo (metano o propano) y de la relación aire-gas. Esto influye directamente en el potencial de carbono y, por tanto, en la eficacia del proceso de cementación.
3. Vigilancia y control
La eficacia de las atmósferas de los hornos depende en gran medida de su control y supervisión precisos.
Se utilizan tecnologías como sensores de oxígeno, medición del punto de rocío y análisis por infrarrojos. De este modo se garantiza que la atmósfera del horno se mantenga constante y cumpla las especificaciones requeridas.
Esto es especialmente importante en sectores en los que es fundamental obtener resultados metalúrgicos repetibles. Esto incluye los sectores de automoción o aeroespacial.
4. Variabilidad de los tipos de atmósfera
La atmósfera del horno puede variar significativamente en función de los requisitos específicos del proceso de tratamiento térmico.
Puede ir desde simples mezclas de gases hasta atmósferas sintéticas más complejas. La elección de la atmósfera viene dictada por las necesidades específicas del material a tratar.
Si requiere protección contra la oxidación, necesita ser carburizado o sufre otras modificaciones superficiales.
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