Los hornos de alta temperatura utilizan diversos materiales, principalmente metales refractarios y grafito, debido a su excepcional resistencia al calor y durabilidad. La elección de los materiales depende de los requisitos específicos de la aplicación del horno, como el rango de temperatura, la limpieza ambiental y la naturaleza de los procesos que se llevan a cabo.
Metales refractarios:
Los metales refractarios son cruciales en la construcción de hornos de alta temperatura debido a sus altos puntos de fusión, resistencia al desgaste y buena resistencia a la corrosión. Algunos ejemplos de estos metales son el tantalio (Ta), el wolframio (W), el renio (Re), el molibdeno (Mo) y el niobio (Nb). Estos materiales son densos, duros y extraordinariamente resistentes al calor y al desgaste, lo que los hace ideales para aplicaciones de alta temperatura. Por ejemplo, el tántalo se utiliza en forma de láminas y tiras, que son componentes esenciales en hornos de alta temperatura donde se requiere una resistencia extrema al calor.Grafito:
El grafito es otro material primario utilizado en las zonas calientes de los hornos de vacío. Su durabilidad y bajo coste lo convierten en el material más común en entornos industriales. Las zonas calientes de grafito son especialmente adecuadas para hornos en los que la principal preocupación es la durabilidad y la rentabilidad. Sin embargo, para aplicaciones que requieren un entorno muy limpio, se prefieren las zonas calientes de metal refractario.
Elementos calefactores:
Los elementos calefactores de los hornos de alta temperatura suelen ser de aleaciones de hierro-cromo-aluminio o níquel-cromo. Estos materiales se eligen por su capacidad para convertir eficazmente la electricidad en calor y su idoneidad para soportar altas temperaturas. Las formas de estos elementos pueden variar, incluyendo paneles cilíndricos, semicirculares o planos, dependiendo del diseño y los requisitos del horno.Estructura y componentes del horno:
El cuerpo del horno, que es la estructura principal, suele estar construido con materiales refractarios de alta calidad para garantizar su estabilidad y durabilidad a altas temperaturas. El sistema de vacío es integral para crear un entorno de baja presión, facilitando reacciones físicas y químicas más completas. El sistema de calentamiento, a menudo eléctrico o por gas, está diseñado para elevar rápidamente la temperatura del horno a los niveles requeridos, que pueden oscilar entre cientos y miles de grados. El sistema de control gestiona parámetros como la temperatura y los niveles de vacío, garantizando la precisión y seguridad de los procesos.