En el vacío, el calor se transmite principalmente por radiación. Este modo de transferencia de calor implica la emisión de ondas electromagnéticas, que pueden viajar a través del vacío sin necesidad de ningún medio. A diferencia de la conducción y la convección, que requieren una sustancia física para transferir el calor, la radiación puede producirse en ausencia de cualquier material, por lo que es el único método eficaz de transferencia de calor en el vacío.
Explicación de la radiación:
La radiación consiste en la emisión de energía desde una fuente en forma de ondas electromagnéticas. Estas ondas, que incluyen la luz visible, la radiación infrarroja y la luz ultravioleta, transportan energía de un lugar a otro. En el contexto de la transferencia de calor, estas ondas se presentan principalmente en forma de radiación infrarroja, asociada a la energía térmica. Cuando estas ondas se encuentran con un objeto más frío, transfieren energía, calentando así el objeto.Ejemplo en el espacio:
Un ejemplo práctico de transferencia de calor por radiación en el vacío es la transferencia de la luz solar en el espacio. El Sol emite energía en forma de ondas electromagnéticas, que viajan a través del vacío del espacio y calientan la Tierra al ser absorbidas. Este proceso ocurre sin ningún contacto físico o medio entre el Sol y la Tierra.
Representación matemática:
La eficiencia de la transferencia de calor por radiación en el vacío se describe mediante la Ley de Stefan-Boltzmann, que establece que la tasa de transferencia de calor es proporcional a la cuarta potencia de la temperatura absoluta (T) del cuerpo emisor. Matemáticamente, esto se representa como ( e = C (T/100)^4 ), donde ( e ) es la capacidad de transferencia de calor, ( T ) es la temperatura absoluta y ( C ) es una constante. Esta relación pone de manifiesto que la transferencia de calor por radiación es cada vez más eficaz a temperaturas más elevadas.
Aplicación en hornos de vacío: