La cementación en caja tiene dos objetivos principales: mejorar la resistencia al desgaste de la capa superficial de un metal manteniendo un núcleo dúctil y resistente a los golpes, y mejorar la resistencia y tenacidad generales del material sin comprometer su ductilidad.
Aumento de la resistencia al desgaste:
La cementación en caja, a menudo mediante procesos como el carburizado o la carbonitruración, consiste en añadir carbono o nitrógeno a la superficie de un metal. Este proceso crea una capa exterior dura y resistente al desgaste, o "caja", que es crucial en aplicaciones en las que las piezas están sometidas a un desgaste importante. Por ejemplo, en la industria de las tuberías de acero, la cementación garantiza que las tuberías puedan soportar las fuerzas abrasivas del petróleo, el agua o el gas que fluyen a través de ellas. La capa superficial dura protege contra el desgaste, alargando la vida útil de los componentes.Mejora de la resistencia y la tenacidad:
El segundo objetivo de la cementación en caja es equilibrar la resistencia y la tenacidad del material. Al endurecer sólo la capa exterior, el núcleo del metal permanece blando y dúctil, lo que es esencial para absorber golpes e impactos sin fracturarse. Este equilibrio es crucial en aplicaciones en las que los componentes deben resistir la deformación bajo carga (resistencia) y, al mismo tiempo, ser capaces de absorber energía sin romperse (tenacidad). Por ejemplo, los engranajes y cojinetes de la maquinaria se benefician de esta doble propiedad, ya que deben soportar esfuerzos continuos y golpes ocasionales.