Los crisoles se utilizan principalmente en química para reacciones a alta temperatura, fundir metales y realizar análisis químicos gravimétricos cuantitativos. Están diseñados para soportar temperaturas extremas y fabricados con materiales resistentes tanto al calor como a las reacciones químicas.
Análisis químico gravimétrico:
En el análisis gravimétrico, los crisoles se utilizan para medir la masa de una sustancia o su derivado calentándola para eliminar todos los componentes volátiles y la humedad. El proceso consiste en recoger un residuo o precipitado en un papel de filtro especial "sin cenizas", que se coloca en un crisol previamente pesado. El crisol se calienta hasta que el papel de filtro se quema por completo y el residuo se seca. Después de enfriarlo en un desecador, se vuelve a pesar el crisol y la diferencia de masa da la masa del residuo seco. Este método es crucial para realizar análisis cuantitativos precisos en química.Fundición de metales y creación de aleaciones:
Los crisoles también son esenciales para fundir metales y crear aleaciones. Se utilizan para calentar una combinación de polvos metálicos o piezas en bruto hasta su punto de fusión, lo que facilita la formación de nuevos materiales. A continuación, el metal fundido se vierte en moldes para producir lingotes u otros productos semiacabados. Este proceso es fundamental tanto para la producción primaria de metales como para el reciclaje de chatarra en pequeños lotes.
Materiales y construcción:
Los crisoles se fabrican con diversos materiales resistentes a altas temperaturas, como porcelana, alúmina, metales como el platino, el níquel y el circonio, y cerámicas como la magnesia. Estos materiales se eligen por su capacidad para soportar temperaturas extremas y resistir reacciones químicas. Los crisoles vienen en varios tamaños y formas, con tapas que suelen ser holgadas para permitir la salida de gases durante el calentamiento.
Tipos especiales de crisoles: