La cerámica sinterizada, también conocida como piedra sinterizada o piedra artificial, es un tipo de piedra artificial creada mediante un proceso que imita la formación natural de la piedra pero en un plazo de tiempo mucho más corto. Este proceso implica moler materiales naturales como sílice, cuarzo, feldespatos, arcilla y pigmentos minerales en pequeñas partículas. A continuación, estas partículas se compactan mediante calor y presión, pero no hasta el punto de licuefacción, para formar una losa sólida.
Proceso de creación de la cerámica sinterizada:
La creación de cerámica sinterizada es una versión acelerada del proceso natural que forma la piedra a lo largo de millones de años. El proceso comienza con la trituración de materiales naturales en finas partículas. A continuación, estas partículas se compactan en forma de "compacto verde". Este compacto se calienta a una temperatura elevada por debajo del punto de fusión, un proceso conocido como sinterización. Durante la sinterización, las partículas se difunden entre las partículas vecinas, reduciendo la energía superficial y consolidando el material. Esto conduce a la densificación del material y a una mejora de sus propiedades mecánicas, ya que los poros del compacto disminuyen o se cierran.Técnicas de sinterización:
La sinterización es una parte fundamental de la fabricación de objetos de cerámica, incluida la alfarería. El proceso implica el uso de altas temperaturas, que pueden complementarse con fuerzas adicionales como la presión o las corrientes eléctricas. La presión se utiliza habitualmente, y técnicas como el prensado isostático en caliente se emplean para crear formas tridimensionales. El proceso de sinterización provoca la contracción del material a medida que las fases vítreas fluyen, consolidando la estructura pulverulenta y reduciendo la porosidad.
Propiedades y aplicaciones:
La cerámica sinterizada es conocida por su resistencia, dureza, estabilidad química y trabajabilidad, que vienen determinadas por la mezcla de materiales en polvo o arena. El proceso somete al material a un calor y una presión extremos, lo que lo hace muy resistente al rayado, las temperaturas extremas, el agua y las manchas. Además, la cerámica sinterizada es resistente a los rayos UV debido a la composición natural de su material. Esto la hace adecuada para diversas aplicaciones en las que la durabilidad y la resistencia a los factores ambientales son cruciales.