Las desventajas del tungsteno giran principalmente en torno a su dificultad de mecanizado y fabricación, su fragilidad a bajas temperaturas y su susceptibilidad a la oxidación a altas temperaturas.
Dificultad de mecanizado y fabricación:
El tungsteno, especialmente en su forma pura, es notoriamente difícil de mecanizar. Las herramientas de diamante tradicionales utilizadas para el mecanizado de carburo de tungsteno son ineficaces para el tungsteno puro debido a un fenómeno conocido como "carga", en el que las partículas de tungsteno se compactan en los espacios entre los diamantes, haciendo que la herramienta de corte sea ineficaz. Esto no sólo complica el proceso de fabricación, sino que también aumenta el coste debido a la necesidad de herramientas y técnicas especializadas. Además, el tungsteno puro no puede estirarse sobre un mandril ni extruirse en un tubo, lo que limita aún más sus opciones de fabricación.Fragilidad a bajas temperaturas:
El tungsteno tiene una temperatura de transición de dúctil a quebradizo que suele ser superior a la temperatura ambiente. Esto significa que el material se vuelve muy quebradizo y propenso a agrietarse a bajas temperaturas, lo que puede ser problemático para aplicaciones en las que los componentes de tungsteno están expuestos a ambientes fríos. Esta fragilidad también puede dificultar el trabajo con el tungsteno en términos de conformado y moldeado, ya que puede no soportar las tensiones mecánicas aplicadas durante estos procesos.
Susceptibilidad a la oxidación:
El tungsteno se oxida en el aire a temperaturas elevadas, lo que puede provocar la degradación del material. Esto hace necesario el uso de atmósferas de gas protector o atmósferas reductoras durante la soldadura y otros procesos a alta temperatura para evitar que el material se descomponga. Este requisito añade complejidad y coste al uso del wolframio en aplicaciones de alta temperatura.
Influencia de la pureza y la aleación: