La sinterización y la cocción son procesos de tratamiento térmico utilizados en cerámica, pero difieren en complejidad y en las condiciones específicas en las que se aplican. La sinterización suele referirse al proceso en el que las partículas de polvo cerámico se calientan a una temperatura elevada por debajo de su punto de fusión, lo que hace que se unan y formen un material más denso y resistente. La cocción, en cambio, se utiliza cuando el proceso de calentamiento implica reacciones y transformaciones más complejas, como suele ocurrir en la cerámica tradicional a base de arcilla, en la que múltiples parámetros indefinidos pueden influir en el producto final.
Sinterización:
La sinterización es un proceso que consolida las partículas de polvo cerámico calentándolas a una temperatura justo por debajo de su punto de fusión. Este calentamiento hace que la energía superficial de las partículas disminuya a medida que se reducen sus interfaces vapor-sólido. La principal fuerza motriz de la sinterización es la reducción de la energía superficial, que conduce a la difusión de material de las partículas a sus vecinas. Este proceso provoca el cierre de los poros dentro del "compacto verde" (una pieza cerámica sin cocer), lo que conduce a la densificación y a la mejora de las propiedades mecánicas. La eficacia de la sinterización depende de la porosidad inicial del compacto verde, de la temperatura de sinterización y del tiempo. La presencia de una fase líquida durante la sinterización puede mejorar el proceso. Técnicas como la aplicación de presión también pueden reducir el tiempo de sinterización y la porosidad.Cocción:
La cocción es un término más amplio utilizado para describir el tratamiento térmico de la cerámica, especialmente cuando el proceso implica reacciones complejas. Este suele ser el caso de las cerámicas tradicionales a base de arcilla, en las que las propiedades finales de la cerámica pueden verse influidas por numerosos factores indefinidos, como la composición de la arcilla, las impurezas y las condiciones específicas del proceso de cocción. La cocción puede implicar varias etapas de calentamiento y enfriamiento, cada una de las cuales afecta a la cerámica de forma diferente. Por ejemplo, en la alfarería tradicional, la cocción puede implicar una fase de calentamiento lento para eliminar la humedad, una fase de alta temperatura para vitrificar la arcilla y una fase de enfriamiento para estabilizar la cerámica.