El crisol más duradero suele ser el de carburo de silicio, que ofrece una excelente resistencia tanto a las altas temperaturas como al choque térmico. Este material es muy duradero y adecuado para operaciones de fundición en condiciones extremas.
Crisoles de carburo de silicio:
Los crisoles de carburo de silicio son conocidos por su excepcional durabilidad debido a sus propiedades inherentes. El carburo de silicio es un compuesto de silicio y carbono, que forma naturalmente un material muy duro y duradero. Este material tiene un alto punto de fusión, lo que lo hace ideal para su uso en crisoles donde los metales se funden a temperaturas extremadamente altas. Además, el carburo de silicio es resistente al choque térmico, lo que significa que puede soportar cambios rápidos de temperatura sin agrietarse ni romperse. Esto es crucial en aplicaciones de fundición, donde las temperaturas pueden fluctuar drásticamente en cuestión de segundos.Resistencia a los daños físicos:
Para los crisoles que se cargan manualmente con materiales pesados como lingotes de metal, es esencial elegir un crisol con alta resistencia mecánica. Los crisoles con un alto contenido de carbono y una estructura de grafito orientada direccionalmente ofrecen una excelente resistencia a los impactos. Esto es especialmente importante cuando se manipulan materiales como lingotes de aluminio extruido, que pueden tener bordes afilados que, de otro modo, podrían causar grietas dañinas en crisoles menos robustos.
Esmaltes protectores:
Un esmalte protector duradero también es crucial para la longevidad de un crisol. Este esmalte ayuda a proteger el crisol de los daños por oxidación que pueden producirse por una manipulación brusca o por la introducción de materiales corrosivos. Los crisoles utilizados en entornos donde los fundentes y aditivos corrosivos son comunes, como en la fusión de aluminio y otros metales no ferrosos, requieren un crisol con un alto nivel de resistencia al ataque químico. Esta resistencia se consigue mediante la combinación de una estructura densa del material del crisol y un esmalte protector duradero.
Resistencia al choque térmico: