El PVD (depósito físico en fase vapor) suele considerarse mejor que la galvanoplastia debido a su respeto por el medio ambiente, su seguridad y las propiedades superiores de los revestimientos. Sin embargo, la elección entre PVD y galvanoplastia puede depender de los requisitos específicos de la aplicación y de las propiedades necesarias en el producto final.
Seguridad y respeto por el medio ambiente:
El PVD es más respetuoso con el medio ambiente que la galvanoplastia. No libera gases nocivos ni produce vertidos de agua, a diferencia de la galvanoplastia, que puede generar residuos potencialmente nocivos. Los procesos de PVD también son reciclables, preservando el valor del material base, como el acero inoxidable. Esto convierte al PVD en la opción preferida de las industrias preocupadas por la sostenibilidad y el impacto medioambiental.Propiedades del revestimiento:
Los revestimientos PVD suelen ser más duros y resistentes a la corrosión que los aplicados mediante galvanoplastia. Presentan una elevada resistencia a la temperatura y al impacto, y con una capa superior transparente adicional resistente a la abrasión, consiguen una excelente resistencia a la abrasión. Esta durabilidad reduce la necesidad de mantenimiento o repintado frecuente, lo que puede ser una ventaja significativa en aplicaciones industriales.
Versatilidad y aplicación:
El PVD permite utilizar prácticamente cualquier tipo de material de revestimiento inorgánico sobre un grupo diverso de sustratos y superficies, ofreciendo una amplia variedad de acabados. Esta versatilidad es crucial en industrias en las que se requieren propiedades específicas en el revestimiento, como conductividad eléctrica, rendimiento óptico y resistencia a la oxidación. Los revestimientos PVD se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, desde la mejora del rendimiento de los dispositivos electrónicos hasta el aumento de la durabilidad de los componentes de automoción.
Desventajas y consideraciones: