El PVD negro no suele perder color. Los revestimientos de PVD son conocidos por su durabilidad y resistencia a la corrosión, lo que los convierte en una opción popular para diversas aplicaciones, como la joyería y otros artículos decorativos. La estabilidad del color de los revestimientos de PVD depende de varios factores, como el tipo de material revestido, el tipo de proceso de PVD utilizado, la composición del revestimiento y su grosor. Estos factores contribuyen a que el color de los artículos recubiertos con PVD sea uniforme y duradero.
Durabilidad y resistencia:
Los revestimientos de PVD son extremadamente duraderos, a menudo más que otros acabados tradicionales. Son muy resistentes a la corrosión y los arañazos, lo que ayuda a mantener su color y aspecto a lo largo del tiempo. El proceso de PVD implica la deposición de material a nivel molecular o de átomo individual, lo que permite un control preciso de la densidad, estructura y estequiometría del revestimiento. Esta precisión mejora la capacidad del revestimiento para resistir el desgaste y los factores ambientales que podrían provocar decoloración.Factores que afectan al color:
El color de los revestimientos PVD puede variar en función del tipo de material que se vaya a revestir, el proceso PVD específico utilizado (como sputtering o evaporación), la composición del material de revestimiento y el grosor del revestimiento. Los distintos materiales absorben distintas longitudes de onda de luz, lo que puede dar lugar a colores diferentes. Del mismo modo, la composición del material de revestimiento y su grosor pueden influir en la forma en que la luz interactúa con la superficie, afectando al color percibido.
Longevidad en la industria joyera: