Los tubos de cuarzo son conocidos por su gran resistencia y durabilidad, sobre todo en entornos de altas temperaturas. Pueden soportar temperaturas de hasta 1100 grados Celsius y presentan una excelente resistencia al choque térmico, tolerando cambios rápidos de temperatura desde 1000 grados Celsius hasta temperatura ambiente. Esta robustez se debe a su bajo coeficiente de expansión térmica y a su alta resistencia eléctrica, que proporcionan estabilidad a temperaturas variables.
Resistencia térmica:
Los tubos de cuarzo, especialmente los transparentes, se fabrican con arena de cuarzo natural o sintética, lo que contribuye a su alta resistencia térmica. El punto de reblandecimiento de un tubo de cuarzo es de 1270 grados Celsius, pero se recomienda no utilizarlos durante más de tres horas a 1200 grados Celsius para evitar posibles daños. Esta característica los hace ideales para su uso en aplicaciones de alta temperatura, como hornos tubulares, donde sirven como componentes críticos y lugares de reacción.Resistencia al choque térmico:
Una de las características más destacadas de los tubos de cuarzo es su capacidad para resistir choques térmicos significativos. Esta propiedad es crucial en aplicaciones en las que es necesario un calentamiento o enfriamiento rápidos, ya que evita que los tubos se agrieten o se rompan debido a cambios bruscos de temperatura. Esta resistencia se atribuye a las propiedades inherentes del material, que incluyen un coeficiente de expansión térmica muy bajo.
Aplicaciones y mantenimiento: