El material básico de revestimiento de hornos, convertidores y hornos de inducción suele estar hecho de materiales no silíceos como piedra caliza, dolomita, cal, magnesia u óxido ferroso. Estos materiales se eligen por sus propiedades, como baja conductividad térmica, resistencia a la corrosión y al choque térmico, facilidad de instalación y mantenimiento. La elección del material refractario depende del tipo de escoria que se forme durante la operación, utilizándose sílice para las escorias ácidas, magnesia para las escorias básicas y alúmina para las escorias neutras.
En algunos casos, sólo se puede utilizar un revestimiento de trabajo, especialmente cuando las temperaturas de procesamiento son bajas o la eficiencia es menos importante. Sin embargo, en la mayoría de los casos, hay dos capas de revestimiento: el revestimiento de trabajo y la capa aislante. El revestimiento de trabajo es un material de mayor densidad, más resistente y más conductor, mientras que la capa aislante es más blanda, más ligera y menos conductora, por lo que proporciona aislamiento.
En los hornos rotatorios, se puede utilizar una tercera capa opcional de fibra cerámica para mejorar el aislamiento. Esta fina capa es similar al aislamiento de fibra de vidrio que se encuentra en las casas, pero está más comprimida. La elección de los espesores de revestimiento para el revestimiento de trabajo y la capa aislante viene determinada por las necesidades del horno rotatorio y el tipo de material que se procesa.
Además del revestimiento refractario, puede utilizarse tela de refuerzo para aumentar la vida útil del tamiz primario y contrarrestar los efectos del uso frecuente y la sobrecarga. Esto se consigue instalando una malla metálica más gruesa y resistente como refuerzo bajo la malla primaria.
En el proceso de fabricación de revestimientos refractarios, pueden añadirse al material base aditivos en forma de partículas, polvo y líquido como activadores, cargas o aceites. El proceso de mezclado implica romper las cadenas macromoleculares internas de las materias primas mediante masticación. Las composiciones del interior del compuesto de caucho se dosifican posteriormente para completar la mezcla, lo que da como resultado materiales en forma de lámina que pueden moldearse en los productos deseados.
En general, la elección del material y el diseño del revestimiento son cruciales para el buen funcionamiento y el rendimiento metalúrgico óptimo de los hornos y calentadores de inducción. Es importante tener en cuenta factores como la conductividad térmica, la resistencia a la corrosión, la resistencia al choque térmico, la facilidad de instalación y mantenimiento, y las condiciones específicas de formación de escoria y temperatura de funcionamiento.
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