El revenido es un proceso crucial en metalurgia. Mejora la tenacidad y ductilidad del acero templado. Equilibra su dureza y reduce la probabilidad de que se agriete bajo presión. Este proceso es especialmente importante después de la fase de temple. En ella, el acero se calienta y se enfría rápidamente para aumentar su dureza y resistencia al desgaste.
¿Cuándo utilizar el revenido? Explicación de 4 situaciones clave
1. Tratamiento posterior al temple
Después del temple del acero, que consiste en calentarlo por encima de 900 ºC y enfriarlo, es necesario el revenido. Esto alivia parte de la fragilidad introducida por el proceso de temple. El revenido consiste en recalentar el acero a una temperatura inferior a la temperatura crítica inferior (Ac1). Suele oscilar entre 150 °C y 200 °C, seguida de un enfriamiento lento. Este proceso ayuda a redistribuir los átomos de carbono en el acero. Lo hace más resistente y menos quebradizo sin reducir significativamente su dureza.
2. Mejora de la durabilidad y el rendimiento
El proceso de templado es crucial para las aplicaciones que requieren una gran resistencia y resistencia a la fatiga. Esto es especialmente cierto cuando la carga es principalmente de compresión. Por ejemplo, los engranajes que se someten a temple suelen templarse. Esto garantiza que puedan soportar un uso continuado sin averiarse. A veces se realiza un doble revenido. Esto asegura la finalización de la reacción de templado y promueve la estabilidad de la microestructura resultante.
3. Revenido al vacío para mayor precisión y calidad
El revenido al vacío se utiliza para aceros rápidos y aceros aleados. Produce un acabado sin cascarilla. Esto es esencial para aplicaciones en las que la estética y la precisión son fundamentales. Este método permite controlar con precisión los procesos de calentamiento y enfriamiento. Garantiza que el acero conserve sus propiedades mecánicas al tiempo que consigue un acabado superficial de alta calidad. Los hornos de templado al vacío son versátiles. También pueden utilizarse para el revenido brillante, el envejecimiento y el recocido. Esto los hace adecuados para una amplia gama de tratamientos del acero.
4. Eficaz y respetuoso con el medio ambiente
El temple al vacío también es una opción ecológica. Ahorra energía en comparación con los métodos de temple tradicionales. Al utilizar un horno de vacío, el proceso se simplifica. Permite controlar mejor el tratamiento del acero. Esto reduce los costes energéticos y lo convierte en una opción más sostenible.
En resumen, el revenido mejora las propiedades mecánicas del acero templado. Lo hace más duradero y adecuado para diversas aplicaciones sometidas a grandes esfuerzos. El revenido al vacío ofrece ventajas adicionales. Entre ellas, un acabado sin cascarilla, eficiencia energética y un control preciso del proceso de tratamiento. Esto lo hace ideal para productos de acero de alta calidad.
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