La determinación del contenido de cenizas en el carbón es crucial por varias razones. En primer lugar, ayuda a comprender los componentes incombustibles presentes en el carbón, que se derivan de complejos inorgánicos y materia mineral en la sustancia original del carbón. Esto es importante porque la presencia de estos componentes puede afectar a la eficiencia y al impacto medioambiental de la combustión del carbón. Por ejemplo, un alto contenido de cenizas puede provocar un mayor desgaste en las centrales eléctricas de carbón, reducir la eficiencia térmica y aumentar las emisiones de contaminantes.
En segundo lugar, la determinación del contenido de cenizas es una técnica analítica fundamental en el campo de la química analítica. Sirve como método de mineralización para la preconcentración de sustancias traza antes de los análisis químicos u ópticos posteriores. Este proceso consiste en quemar la materia orgánica de la muestra, lo que deja atrás los componentes inorgánicos como sulfatos, fosfatos, cloruros y silicatos. El peso de la muestra antes y después de la incineración se utiliza para calcular el contenido en cenizas, que se expresa como porcentaje del peso seco de la muestra.
La fórmula del contenido en cenizas es:
[Contenido en cenizas = fracción M(cenizas)/M(seco)/100%].
donde ( M(cenizas) ) es el peso de la muestra después de la incineración y ( M(seco) ) es el peso de la muestra antes de la incineración.
Además, los métodos y parámetros para determinar el contenido de cenizas pueden variar en función del tipo de muestra y de sus características. Estos parámetros incluyen la temperatura del horno, el tiempo de permanencia en el horno, el número de pasos de calentamiento y los procedimientos de preparación de la muestra. Esta variabilidad garantiza que la determinación del contenido de cenizas se adapte a las necesidades y propiedades específicas de la muestra analizada.