La carburación aumenta la dureza. Este proceso consiste en aumentar el contenido de carbono de la capa superficial de un acero bajo en carbono, lo que a su vez mejora su dureza, resistencia al desgaste y resistencia a la fatiga.
Resumen del proceso:
La carburación es un proceso de tratamiento térmico en el que la superficie de un acero bajo en carbono se enriquece con carbono. Normalmente, esto se hace exponiendo el acero a un entorno rico en carbono a altas temperaturas, normalmente entre 1200°F y 1600°F. El carbono se difunde en la superficie del acero. El carbono se difunde en la superficie del acero, formando una capa más dura conocida como caja.
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Explicación detallada:Mecanismo de aumento de la dureza:
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El aumento de la dureza se debe principalmente a la difusión del carbono en la superficie del acero. A altas temperaturas, los átomos de carbono pueden moverse más libremente y penetrar en la superficie del acero. Este mayor contenido de carbono favorece la formación de martensita durante el enfriamiento posterior, que es una microestructura dura y quebradiza que aumenta significativamente la dureza del acero.
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Ventajas más allá de la dureza:
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Además de aumentar la dureza, el carburizado también mejora la resistencia al desgaste y a la fatiga. La capa superficial endurecida puede soportar mejor el desgaste abrasivo y adhesivo, y la mejora de la resistencia a la fatiga ayuda al componente a resistir el fallo bajo cargas cíclicas.Aplicación y materiales:
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La carburación es particularmente eficaz en aceros de bajo contenido en carbono como el 12L14, 1018 y 8620. Estos aceros tienen un contenido de carbono insuficiente para ser endurecidos mediante tratamientos térmicos convencionales, por lo que la carburación es un proceso esencial para mejorar sus propiedades mecánicas.
Variaciones del proceso: