Al realizar la determinación del punto de fusión, deben tenerse en cuenta varios factores para garantizar unos resultados precisos y fiables. Entre ellos se incluyen la elección del material y el tamaño del crisol, el tipo de horno utilizado, la atmósfera dentro del horno y los procesos de calentamiento y enfriamiento.
Elección del material y el tamaño del crisol:
El crisol utilizado debe ser adecuado para los metales o aleaciones específicos que se funden. El material del crisol no debe reaccionar químicamente con la muestra y debe poder soportar la temperatura máxima necesaria para la fusión. Por ejemplo, los crisoles de carburo de silicio son adecuados para las aleaciones a base de cobre debido a su alta resistencia al choque térmico. El tamaño del crisol también debe ser adecuado para la cantidad de material que se va a fundir, asegurándose de que la muestra no esté demasiado cerca del borde para evitar derrames y permitir una agitación adecuada.Tipo de horno:
El horno debe ser capaz de alcanzar la temperatura necesaria para fundir la muestra, normalmente hasta 1800° C para la mayoría de los refractarios. Es importante que la atmósfera del horno no reaccione químicamente con la muestra. Se suelen utilizar hornos de resistencia eléctrica y hornos de combustible, cada uno con diferentes tipos de resistencias, como carbono o metal, en función de los requisitos específicos del proceso de fusión.
Control de la atmósfera:
La atmósfera dentro del horno debe controlarse para evitar cualquier reducción de la muestra, que puede introducir incertidumbre en la determinación del punto de fusión. Proteger la muestra con un tubo refractario de baja porosidad e introducir una ligera corriente de aire puede ayudar a oxidar los gases reductores y evitar la formación de una envoltura con un punto de fusión superior al de la parte interna de la muestra.Procesos de calentamiento y enfriamiento:
La muestra debe calentarse lenta y uniformemente, con agitación suave para garantizar la precisión y evitar la formación de burbujas de aire. Debe evitarse el enfriamiento rápido, ya que puede provocar grietas o daños en el crisol o la muestra. Tras el calentamiento, la muestra debe dejarse enfriar de forma natural para determinar con precisión el punto de fusión.