El acero inoxidable puede utilizarse como crisol para fundir metales con puntos de fusión más bajos, como el aluminio y el zinc, pero tiene limitaciones e inconvenientes que deben tenerse en cuenta.
Resumen de la respuesta:
Los crisoles de acero inoxidable pueden utilizarse para fundir metales con puntos de fusión más bajos, pero son propensos a la formación de incrustaciones, lo que puede contaminar la masa fundida y reducir la vida útil del crisol. El recubrimiento del crisol con materiales como el marcote-7 puede proporcionar cierta protección. Sin embargo, para metales con puntos de fusión más altos y para un rendimiento óptimo, se recomiendan otros materiales con mayor resistencia al choque térmico y a la interacción química.
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Explicación detallada:Punto de fusión y compatibilidad de materiales:
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Los crisoles de acero inoxidable pueden utilizarse para metales como el aluminio y el zinc, que tienen puntos de fusión muy inferiores a los del acero. Esto se debe a que estos metales no superan el punto de fusión del acero inoxidable, lo que le permite funcionar como recipiente sin fundirse.
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Descamación y contaminación:
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Un inconveniente importante del uso de crisoles de acero inoxidable es el problema de la incrustación. La superficie interior del crisol de acero puede escamarse, lo que puede contaminar la masa fundida. Esta contaminación no sólo es indeseable para la pureza del metal que se funde, sino que también acelera el desgaste del crisol, reduciendo su vida útil.Protección y revestimiento:
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Para mitigar el problema de las incrustaciones, puede aplicarse un revestimiento como el marcote-7 al interior del crisol de acero inoxidable. Este revestimiento proporciona una barrera entre el acero y el metal que se funde, reduciendo el riesgo de contaminación e incrustación. Sin embargo, la eficacia de estos revestimientos puede variar y es posible que no eliminen por completo el problema.
Propiedades térmicas e idoneidad: