El grafito es un buen conductor de la electricidad y el calor. Esto se debe a su estructura cristalina única, formada por capas de átomos de carbono dispuestos hexagonalmente. Estas capas permiten el movimiento eficiente de electrones y calor, haciendo del grafito un excelente conductor.
Explicación de la conductividad eléctrica:
La conductividad eléctrica del grafito se atribuye a su estructura, en la que cada átomo de carbono está unido covalentemente a otros tres átomos de carbono en una red hexagonal. El cuarto electrón de cada átomo está deslocalizado en el plano de la capa, formando un "mar" de electrones que pueden moverse libremente. Esta deslocalización de electrones permite al grafito conducir la electricidad. La conductividad es particularmente alta dentro de las capas debido a los electrones que se mueven libremente, aunque es menos efectiva entre capas debido a que las fuerzas entre capas son más débiles.Explicación de la conductividad térmica:
La conductividad térmica del grafito también es alta, especialmente dentro de las capas de su estructura. Los mismos electrones deslocalizados que facilitan la conductividad eléctrica también intervienen en la conductividad térmica al transportar el calor a través del material. Además, los fuertes enlaces covalentes dentro de las capas permiten una transferencia eficaz de la energía vibracional (fonones), que es otro mecanismo por el que se conduce el calor. La conductividad térmica del grafito puede aumentar con la temperatura, a diferencia de muchos otros materiales en los que disminuye.
Aplicaciones en las que destaca la conductividad:
La alta conductividad del grafito se utiliza en diversas aplicaciones, como electrodos para hornos de arco eléctrico y baterías de iones de litio, donde su capacidad para conducir tanto la electricidad como el calor es crucial. En los hornos de arco eléctrico, los electrodos de grafito conducen las altas corrientes necesarias para generar el intenso calor que requiere la fusión del acero. En las baterías de iones de litio, el grafito sirve como material anódico, conduciendo electrones durante el proceso de descarga.