El revestimiento PVD puede durar desde 10 años hasta cientos de años, dependiendo de varios factores como el tipo de sustrato, el grosor del revestimiento y las condiciones ambientales a las que esté expuesto.
Durabilidad y resistencia ambiental:
Los revestimientos PVD son conocidos por su extrema durabilidad y resistencia a la corrosión y los arañazos. Esto se debe al proceso de deposición física de vapor (PVD), en el que el material de revestimiento se deposita a nivel molecular, lo que permite un control preciso de las propiedades de la película, como la adherencia, la lubricidad y la dureza. Este método produce una fuerte unión entre el revestimiento y el sustrato, lo que aumenta su longevidad.Estabilidad química:
Los revestimientos PVD son especialmente eficaces en entornos químicos agresivos gracias a su estabilidad química. Los carburos, nitruros y óxidos utilizados en los revestimientos PVD son químicamente más inertes que sus formas metálicas puras, lo que garantiza que los productos revestidos con PVD permanezcan sin manchas durante años. Esto es especialmente beneficioso para productos de consumo como grifos, herrajes para puertas y teléfonos inteligentes.
Durabilidad específica de la aplicación:
La vida útil de un revestimiento de PVD también depende de la aplicación específica. Por ejemplo, en las herramientas industriales utilizadas para el mecanizado o el moldeo por inyección, la elección del recubrimiento PVD correcto puede aumentar significativamente la vida útil de la herramienta y la productividad. La durabilidad del revestimiento en estos casos es crucial, ya que debe soportar altas temperaturas y el desgaste.
Factores que afectan a la longevidad: