Un crisol de grafito puede soportar altas temperaturas y es resistente a los choques químicos y térmicos. El rango de temperatura de un crisol de grafito puede llegar hasta los 2760°C (5000°F). Los crisoles de grafito de alta pureza están diseñados para soportar temperaturas de hasta 3000 grados Celsius (5472 grados Fahrenheit). Esto los hace ideales para fundir metales como aluminio, cobre y latón sin riesgo de contaminación o daños debidos al estrés térmico. Estos crisoles suelen venir con tapas que se bloquean durante el uso, lo que facilita el mantenimiento de una temperatura uniforme mientras el material fundido se enfría rápidamente tras su uso.
El uso de crisoles de grafito de gran pureza tiene varias ventajas sobre los crisoles de arcilla o cerámica. Tienen una mayor resistencia a la corrosión, mayor resistencia y estabilidad a temperaturas más altas y una vida útil más larga debido a su inercia química. Esto significa que el grafito no reaccionará con ninguna sustancia que se funda en su interior. Además, los crisoles de grafito de gran pureza no necesitan revestimientos adicionales para protegerse de elementos nocivos como el azufre, que puede provocar fallos prematuros en ciertos materiales si se exponen durante demasiado tiempo a temperaturas excesivas.
La velocidad de cambio de temperatura también es un factor importante a la hora de elegir un crisol. Algunos tipos de crisol soportan mejor que otros los cambios rápidos de temperatura. Los crisoles con alto contenido de carbono en el grafito tienen una conductividad térmica y una no humectabilidad elevadas, lo que les confiere una gran resistencia al choque térmico. Esto es fundamental para las aplicaciones de fundición, donde las temperaturas pueden variar varios cientos de grados en cuestión de segundos.
Los crisoles de grafito también se utilizan en las fuentes E-Beam, donde forman una barrera térmica entre la masa fundida y el hogar refrigerado por agua. Estos crisoles se someten a un alto grado de purificación antes de llegar al cliente, lo que garantiza bajos niveles de contaminantes. Pueden soportar hasta 400 ciclos de evaporación.
Los crisoles de grafito pueden utilizarse para fundir aleaciones como oro, plata, platino y otros metales preciosos, y tienen una larga vida útil. Se utilizan mucho en fundiciones de metales no férreos para moler y fundir metales como oro, plata, latón, aluminio, cobre, zinc y plomo. Tienen una excelente estabilidad térmica y pueden soportar temperaturas de hasta 3200°F (1760°C).
Los crisoles de grafito arcilloso y carburo de silicio con aglutinante de carbono y aglutinante cerámico también se utilizan habitualmente para fundir y mantener diversos metales. Estos crisoles se utilizan para fundir aluminio y aleaciones de aluminio, aluminio-bronce, cobre y aleaciones a base de cobre, cuproníquel y aleaciones de níquel-bronce, metales preciosos, zinc, óxido de zinc e incluso hierro fundido. El intervalo de temperatura de estos crisoles suele oscilar entre 400 °C/750 °F y 1600 °C/2912 °F.
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