Dos metales distintos que pueden unirse mediante soldadura fuerte son el cobre y el acero inoxidable.
Cobre y acero inoxidable:
El cobre y el acero inoxidable se suelen unir mediante soldadura fuerte debido a sus diferentes propiedades y a la necesidad de una unión fuerte que pueda soportar diversas condiciones ambientales. El cobre es muy conductor, tanto térmica como eléctricamente, y tiene una excelente ductilidad. El acero inoxidable, por su parte, ofrece una gran solidez y resistencia a la corrosión. La disimilitud de sus propiedades los hace ideales para aplicaciones específicas en las que se requieren las ventajas de ambos metales, como en los intercambiadores de calor, donde la conductividad del cobre es necesaria junto con la fuerza y la resistencia a la corrosión del acero inoxidable.Proceso de soldadura fuerte:
En el proceso de soldadura fuerte se utiliza un material de aportación con un punto de fusión inferior al del cobre y el acero inoxidable. Este material de aportación se calienta a una temperatura superior a su punto líquido pero inferior al punto sólido de los metales base. El material de relleno fluye hacia el hueco entre las piezas de cobre y acero inoxidable por capilaridad, creando una unión fuerte y fiable. La elección del material de relleno es crucial y suele incluir aleaciones capaces de soportar las exigencias térmicas y mecánicas de la aplicación, al tiempo que garantizan unas buenas características de humectación y fluidez.
Aplicación y ventajas:
La unión por soldadura fuerte entre cobre y acero inoxidable combina las ventajas de ambos metales, proporcionando una solución robusta para aplicaciones que requieren eficiencia térmica y durabilidad. El proceso es especialmente útil en entornos industriales donde los equipos deben funcionar en condiciones duras. Además, la soldadura fuerte permite crear geometrías complejas y sellar múltiples uniones, lo que la hace versátil y eficaz para los procesos de fabricación.