Los hornos eléctricos se utilizan ampliamente en diversas aplicaciones industriales gracias a su capacidad para generar altas temperaturas y proporcionar un control preciso del calor. Se utilizan principalmente en la producción de acero y metales especiales, así como en fundiciones y procesos de tratamiento térmico.
Producción de acero y metales especiales:
Los hornos eléctricos, en particular los hornos de arco eléctrico, son cruciales en la industria siderúrgica. Producen aproximadamente dos quintas partes del acero de Estados Unidos. Los fabricantes de aceros especiales prefieren estos hornos para producir aceros inoxidables, aceros eléctricos, aceros para herramientas y aleaciones especiales. Estos materiales son esenciales para industrias como la química, automovilística, aeronáutica, de máquinas-herramienta, del transporte y alimentaria. Las mini-fábricas también utilizan exclusivamente hornos eléctricos para producir barras de refuerzo, barras comerciales y perfiles estructurales utilizando cargas de chatarra.Aplicaciones en fundición:
En la industria de la fundición, los hornos eléctricos de inducción se utilizan para refundir y purificar metales de desecho. Estos hornos son conocidos por su eficacia y su capacidad para tratar diversos tipos de metales, incluidos el aluminio y el cobre. Son esenciales para reciclar y producir aleaciones metálicas de alta calidad.
Procesos de tratamiento térmico:
Los hornos eléctricos desempeñan un papel importante en la industria del tratamiento térmico, donde se utilizan para el temple y revenido de metales. Los hornos eléctricos de media frecuencia se utilizan habitualmente para estos procesos, garantizando que el metal alcance la dureza y durabilidad deseadas.Ventajas de los hornos eléctricos:
Los hornos eléctricos ofrecen varias ventajas sobre otros tipos de hornos. Tienen un diseño más sencillo, ya que carecen de cámaras de combustión, conductos de gas o chimeneas. Esta simplicidad conduce a una mejor uniformidad de la temperatura y a un control preciso, lo que es crucial para lograr una calidad constante del producto. Además, el uso de electricidad como fuente de calor elimina la necesidad de componentes relacionados con la combustión, lo que reduce los costes de mantenimiento y funcionamiento.