El desbastado térmico es un proceso utilizado en la fabricación aditiva de metales para eliminar el aglutinante polimérico de una mezcla de polvo metálico, preparando la muestra para la sinterización. Este proceso consiste en calentar la mezcla en un entorno controlado a temperaturas que suelen oscilar entre 200 °C y 550 °C, dependiendo del aglutinante y el metal utilizados. El objetivo es evaporar completamente el aglutinante, dejando sólo el polvo metálico intacto para su posterior sinterización.
Detalles del proceso:
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Control de la temperatura: El proceso de desaglomerado térmico se lleva a cabo en un horno en el que la temperatura se controla cuidadosamente. El horno se calienta lentamente para evitar que el aglutinante se evapore con demasiada rapidez, lo que podría dañar las piezas. El intervalo de temperatura para el desbobinado suele oscilar entre 200 °C y 550 °C, pero puede variar en función de los materiales.
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Entorno gaseoso: Durante el proceso de desaglomerado, se mantiene un flujo de gas a través del horno. Este gas es inerte (como el nitrógeno o el argón) o reductor (como el hidrógeno), lo que ayuda a eliminar los vapores del ligante y evita la oxidación del metal. El entorno gaseoso es crucial, ya que un desaglomerado inadecuado puede provocar defectos superficiales como ampollas o la formación de poros que no pueden eliminarse durante la sinterización.
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Componentes del sistema de calentamiento: El sistema de calentamiento del horno incluye resistencias blindadas que proporcionan el calor y termopares de control que regulan la temperatura con gran precisión. Estos termopares se colocan tanto en el horno como en la cámara térmica para garantizar un control preciso de la temperatura, que es esencial para un desbobinado eficaz.
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Pasadas múltiples: A menudo, son necesarias varias pasadas por el horno para garantizar que se ha eliminado todo el aglutinante. Esto es importante porque incluso pequeñas cantidades de aglutinante pueden contaminar la fase de sinterización, afectando a la calidad final de la pieza metálica.
Conclusión:
El desligado térmico es un paso crítico en el proceso de fabricación aditiva de metales, ya que garantiza que las piezas metálicas estén libres de compuestos orgánicos antes de la sinterización. El proceso se controla mediante una regulación precisa de la temperatura y un entorno de gas protector, que en conjunto garantizan la integridad y la calidad de las piezas metálicas finales.