Un horno discontinuo para tratamiento térmico es un tipo de horno diseñado para procesar un lote de materiales a la vez. Este tipo de horno varía en tamaño, desde pequeños hornos de "solera" hasta grandes hornos de "fondo de vagón" que utilizan vagones sobre raíles del tamaño de un ferrocarril para introducir y extraer los productos. Los hornos discontinuos suelen utilizarse para el tratamiento térmico de volúmenes reducidos de piezas, sobre todo las que requieren ciclos largos o casos profundos, como la cementación. También pueden tratar piezas que son difíciles de manejar con sistemas de transporte en hornos continuos o piezas de gran tamaño que son pocas en número.
Diseño y funcionamiento:
Los hornos discontinuos se caracterizan por su capacidad para procesar una carga cada vez. Suelen cargarse y descargarse manualmente y cuentan con controles automatizados mínimos. El horno consta de una cámara aislada revestida de material refractario y encerrada en un armazón de acero, equipada con una o varias puertas de acceso y un método de calentamiento en el interior de la cámara. El proceso consiste en calentar el lote desde la temperatura ambiente hasta una temperatura máxima predeterminada a una velocidad especificada, mantener esa temperatura durante un tiempo especificado y, a continuación, enfriar el lote a una velocidad especificada.Flexibilidad y especialización:
Estos hornos ofrecen flexibilidad en cuanto a los tipos de ciclos de tratamiento térmico que pueden realizar, incluyendo carburación, temple, recocido, nitruración, normalización, recocido de alivio de tensiones, etc. Sin embargo, cada ciclo se realiza de uno en uno con un lote de componentes. En un taller de tratamiento térmico con varios hornos discontinuos, es habitual especializar el uso de cada horno para optimizar la productividad y reducir el consumo de energía. Por ejemplo, un conjunto de hornos puede dedicarse al recocido, mientras que otro se utiliza para el normalizado.
Control de la atmósfera:
Los hornos discontinuos pueden funcionar con o sin atmósfera controlada. Los hornos de vacío y de atmósfera protectora suelen ser hornos discontinuos, lo que resulta crucial para procesos que requieren condiciones ambientales específicas para evitar la oxidación u otras reacciones químicas no deseadas durante el tratamiento térmico.
Aplicaciones e integración: