El horno utilizado para el recocido suele ser un horno de recocido, que puede ser un horno discontinuo o un horno continuo, en función de los requisitos específicos del proceso y de los materiales tratados.
Hornos discontinuos:
Los hornos discontinuos se utilizan para diversos tratamientos térmicos, incluido el recocido. Se caracterizan por la carga de múltiples rollos de malla metálica a la vez, y pueden alcanzar temperaturas entre 1200℉ y 2500℉. Estos hornos incluyen diferentes tipos, como hornos de caja, de fondo de vagón, de templado integral, de cuba y de vacío. Son adecuados para calentar todos los metales dentro de una cierta anchura y son capaces de manejar una variedad de procesos de recocido.Hornos continuos:
Los hornos continuos están diseñados para desenrollar mallas metálicas y hacerlas funcionar como una sola capa a una velocidad constante. El material se transporta a través del horno a una velocidad constante o paso a paso, y se calienta simultáneamente. Estos hornos se utilizan para recalentar productos semiacabados para su posterior conformado en caliente o tratamiento térmico. Ofrecen mayores capacidades de rendimiento en comparación con los hornos de tipo discontinuo.
Proceso de recocido en hornos:
Los hornos de recocido están diseñados específicamente para calentar materiales por encima de su temperatura de recristalización, mantener esta temperatura durante un tiempo adecuado y, a continuación, enfriar el material a un ritmo constante. Este proceso consta de tres etapas principales: recuperación, recristalización y crecimiento del grano. Durante la recuperación, el horno se calienta para aliviar las tensiones internas. En la etapa de recristalización, el material se calienta por encima de su temperatura de recristalización pero por debajo de su punto de fusión para formar nuevos granos. Por último, durante el crecimiento del grano, se forman nuevos granos a medida que el material se enfría, haciéndolo más maleable.
Aplicaciones y materiales: