La soldadura fuerte puede adherirse eficazmente al hierro fundido, ofreciendo una alternativa viable a la soldadura debido a su menor aplicación de calor y a la reducción del riesgo de fragilidad y agrietamiento del material. Este método es especialmente adecuado para tipos de fundición como la gris, la austenítica y la maleable.
El proceso de soldadura fuerte y su idoneidad para la fundición:
La soldadura fuerte es una técnica de unión que se basa en la acción capilar para introducir el metal de aportación fundido en el hueco existente entre las piezas fuertemente ajustadas. El proceso requiere un ajuste muy preciso, con separaciones que suelen oscilar entre 0,002″ y 0,006″ (0,05 mm y 0,15 mm). Esta precisión es crucial para garantizar que el metal de aportación pueda fluir eficazmente y crear una unión fuerte sin necesidad de fuerzas externas. El uso de fundente también es esencial para evitar la oxidación y favorecer la humectación del metal de aportación en el material base.Ventajas de la soldadura fuerte sobre la soldadura blanda en hierro fundido:
Una de las principales ventajas de la soldadura fuerte del hierro fundido es el calentamiento limitado que implica. El metal de aportación utilizado en la soldadura fuerte se funde a temperaturas superiores a 450 °C (840 °F), que es significativamente inferior al punto de fusión de la fundición. Este menor aporte de calor ayuda a mantener la integridad de la fundición, reduciendo las posibilidades de cambios metalúrgicos y agrietamiento que son más probables con procesos de soldadura a temperaturas más altas. Esto hace que la soldadura fuerte sea especialmente adecuada para reparar o unir componentes de fundición en los que la tensión térmica podría ser perjudicial.
Aplicabilidad y preparación: