La temperatura de un horno de plasma puede variar significativamente dependiendo de su aplicación específica, yendo desde temperaturas bajas de unos 1400°F (750°C) para la nitruración por plasma hasta temperaturas altas de hasta 2400°F (1100°C) para la carburación por plasma. Algunos hornos de plasma, en particular los utilizados en electrometalurgia, pueden funcionar a temperaturas aún más altas, de hasta 2650 °F (1454 °C).
Hornos de plasma de baja temperatura:
Los hornos de plasma de baja temperatura, utilizados normalmente para la nitruración por plasma, funcionan a unos 750°C (1400°F). Estos hornos están diseñados para evitar la oxidación de las piezas metálicas tratadas. Se construyen como hornos de pared fría o de pared caliente, teniendo los primeros paredes dobles refrigeradas por agua para mantener la temperatura interna mientras se mantienen frías las paredes del horno.Hornos de plasma de alta temperatura:
Para aplicaciones como la cementación por plasma, los hornos funcionan a temperaturas más elevadas, de hasta 1100°C (2400°F). Estos hornos de alta temperatura suelen ser diseños de pared fría, equipados con paredes dobles refrigeradas por agua y pueden incluir sistemas de temple de gas a alta presión o tanques de temple de aceite integrados para un enfriamiento rápido después del tratamiento térmico.
Hornos de arco de plasma:
En electrometalurgia, los hornos de arco de plasma utilizan un flujo de plasma, normalmente generado por un calentador de arco eléctrico (plasmatrón), para fundir sustancias. Estos hornos ofrecen un ajuste continuo de la temperatura mediante la alteración de las condiciones eléctricas del plasmatrón, lo que permite un control preciso de la temperatura. Las temperaturas de estos hornos pueden alcanzar hasta 1454 °C (2650 °F), lo que resulta crucial para procesos que requieren altas temperaturas o para mantener la longevidad de la zona caliente del horno.Uniformidad de temperatura:
La uniformidad de la temperatura en toda la cámara del horno es fundamental para obtener resultados uniformes. Por ejemplo, algunos hornos se ajustan a las normas AMS 2750D, garantizando que la variación de temperatura dentro del horno se mantenga dentro de límites específicos (+/- 20°F a +/- 10°F dependiendo del rango de temperatura), lo cual es esencial para diversos procesos de tratamiento térmico.