La sinterización del óxido de circonio es un proceso térmico que transforma el óxido de circonio de una estructura cristalina monoclínica similar a la tiza a un estado politetragonal denso, resistente y translúcido. Este proceso consiste en calentar la zirconia a temperaturas de entre 1.100 °C y 1.200 °C, lo que provoca una reducción significativa de la porosidad y un aumento de la densidad de las partículas, mejorando la resistencia mecánica y la translucidez del material.
Explicación detallada:
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Transformación de la estructura de la circonia:
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Inicialmente, la zirconia existe en forma cristalina monoclínica, que es blanda y fácilmente mecanizable. Durante la sinterización, el material sufre una transformación de fase a un estado politetragonal. Esta transformación es crítica, ya que altera las propiedades físicas de la zirconia, haciéndola extremadamente dura y densa. La transformación se desencadena mediante la aplicación de calor, que suele conseguirse utilizando hornos especializados.Mejora de las propiedades del material:
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El proceso de sinterización mejora significativamente las propiedades materiales de la zirconia. Aumenta la resistencia y durabilidad del material, lo que lo hace adecuado para aplicaciones como coronas y puentes dentales. La translucidez de la zirconia también mejora, lo que es importante para restauraciones dentales estéticas. El proceso reduce la porosidad del material, lo que aumenta su resistencia al desgaste.
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Contracción durante la sinterización:
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Un aspecto notable de la sinterización de la zirconia es la importante contracción que se produce durante el proceso. El óxido de circonio suele encogerse alrededor de un 25% al pasar del estado presinterizado al sinterizado. Esta contracción debe tenerse en cuenta durante las fases de diseño y fabricación de los productos de óxido de circonio para garantizar que el producto final se ajuste correctamente.Uso de hornos de sinterización:
La sinterización de la zirconia se realiza normalmente en hornos especializados que pueden alcanzar y mantener las altas temperaturas necesarias para el proceso. Estos hornos están equipados con mecanismos precisos de control de la temperatura para garantizar un calentamiento y una sinterización uniformes de la circonia. Los hornos también deben ser capaces de soportar la expansión y contracción térmicas que se producen durante las fases de calentamiento y enfriamiento de la sinterización.