El intervalo de temperatura óptimo para la soldadura fuerte del cobre suele situarse entre 1.100 y 1.500°F. Este intervalo de temperatura es crucial para garantizar el flujo y la adherencia adecuados del metal de aportación a las superficies de cobre que se van a unir.
Explicación de la gama de temperaturas:
La temperatura de 1.100 a 1.500 °F se selecciona para que sea lo suficientemente alta como para fundir el metal de aportación utilizado en la soldadura fuerte, que suele tener un punto de fusión inferior al del propio cobre. El cobre tiene un punto de fusión alto, de 1.083°C (1.981°F), y los metales de aportación utilizados en la soldadura fuerte están diseñados para fundirse a temperaturas inferiores a ésta para facilitar el proceso de soldadura fuerte sin fundir el material de cobre base.Importancia del control de la temperatura:
- Mantener la temperatura correcta es esencial por varias razones:
- Humectación y flujo del metal de aportación: A la temperatura de soldadura correcta, el metal de aportación se fundirá y fluirá suavemente en la unión, humedeciendo las superficies del cobre. Esto asegura una fuerte unión entre el metal de aportación y el cobre.
- Acción capilar: El metal de aportación fundido se introduce en la junta por acción capilar, que es más eficaz a temperaturas más altas. Esta acción garantiza que la unión se llene por completo, lo que da lugar a una soldadura fuerte.
Evaporación y contaminación:
- A temperaturas muy altas, existe el riesgo de evaporación del cobre, que puede contaminar el horno y afectar a la calidad de la unión soldada. Por lo tanto, la temperatura no debe superar el límite superior del intervalo recomendado.Consideraciones adicionales:
- Control de la atmósfera: Cuando se suelda cobre, a menudo se hace en una atmósfera "húmeda" de hidrógeno para evitar la oxidación y ayudar a eliminar los hidrocarburos residuales. Esta atmósfera ayuda a mantener la limpieza de las superficies de cobre y la integridad de la unión soldada.
Procesos posteriores a la soldadura fuerte:
Después de la soldadura fuerte, los componentes de cobre pueden someterse a diversos tratamientos térmicos o procesos de chapado debido al alto punto de fusión del cobre, que permite llevar a cabo estos procesos sin afectar a las uniones soldadas.