¿Es lo mismo templado y revenido que recocido?
No, el templado y revenido no es lo mismo que el recocido, aunque ambos procesos implican el tratamiento térmico de los metales. Tienen finalidades distintas e implican diferentes etapas de calentamiento y enfriamiento.
Templado y revenido:
El acero templado y revenido consta de dos etapas principales: el temple y el revenido. En la fase de temple, el acero se calienta a una temperatura elevada (alrededor de 900 °C - 1000 °C) para convertirlo totalmente en austenita. A continuación se enfría rápidamente, a menudo en un horno de vacío con gases como nitrógeno o argón, para conseguir una estructura martensítica. Este enfriamiento rápido endurece el acero, haciéndolo resistente a la deformación y la corrosión. Sin embargo, el acero se vuelve quebradizo tras el enfriamiento. Para reducir esta fragilidad y aumentar la tenacidad, el acero se templa. El revenido consiste en recalentar el acero a una temperatura más baja, lo que alivia las tensiones internas y mejora la ductilidad sin reducir significativamente la dureza alcanzada durante el temple.Recocido:
El recocido, por su parte, se utiliza principalmente para ablandar el metal, mejorar su ductilidad y aliviar las tensiones internas. Consiste en calentar el metal a una temperatura determinada y enfriarlo a continuación a una velocidad controlada. El proceso de enfriamiento en el recocido suele ser más lento que en el temple, lo que permite que el metal recristalice y forme una estructura más dúctil y menos quebradiza. El recocido también puede mejorar la maquinabilidad del metal, facilitar el trabajo en frío y mejorar las propiedades mecánicas o eléctricas. Existen varios tipos de procesos de recocido, cada uno diseñado para unos resultados específicos, como el recocido completo, el alivio de tensiones y el recocido isotérmico.