El oro, cuando se somete a evaporación térmica, sufre un proceso en el que pasa del estado sólido al gaseoso en condiciones de vacío. Este proceso es crucial en la formación de películas finas y revestimientos en diversas aplicaciones industriales.
Resumen del proceso:
El oro, al igual que otros metales, puede vaporizarse mediante evaporación térmica. Esto implica calentar el oro a una temperatura específica en condiciones de vacío, haciendo que se evapore y forme un vapor. A continuación, el vapor se condensa en un sustrato para formar una fina película.
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Explicación detallada:Calentamiento y vaporización:
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El oro necesita calentarse a aproximadamente 950 °C bajo un vacío de unos 5×10-6 mbar para iniciar la evaporación. Esta temperatura es significativamente inferior al punto de ebullición del oro en condiciones estándar (2.700 °C), debido a la presión reducida en el entorno de vacío. El vacío reduce la presión atmosférica, permitiendo que el oro se vaporice a una temperatura más baja.
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Formación de vapor:
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A medida que el oro se calienta, sus moléculas ganan energía suficiente para superar las fuerzas que las mantienen unidas en el estado sólido. De este modo, el oro pasa del estado sólido al gaseoso. La presión de vapor del oro se hace apreciable en estas condiciones, facilitando el proceso de evaporación.Deposición de películas finas:
El vapor de oro, una vez formado, viaja a través del vacío y se condensa en un sustrato más frío. Esto da lugar a la deposición de una fina película de oro. Esta película puede ser muy pura, con niveles de pureza típicos que oscilan entre el 99,9% y el 99,99999%, dependiendo de la aplicación.
Aplicaciones: