El proceso de fusión en vacío, también conocido como fusión por inducción en vacío (VIM), consiste en la fusión de metales y aleaciones en condiciones de vacío mediante inducción electromagnética. Este proceso se utiliza para refinar metales y aleaciones, eliminando las impurezas disueltas y unidas químicamente, lo que da como resultado un producto final limpio y homogéneo.
En el proceso de fusión por inducción en vacío, se encierra un crisol revestido de material refractario en un horno de inducción dentro de una cámara de vacío. El horno es hermético y capaz de soportar el vacío necesario para el proceso. Los metales utilizados en la fusión por inducción en vacío suelen tener puntos de fusión elevados, de hasta 1800°C.
El objetivo principal del procesamiento en vacío es eliminar la contaminación del entorno de procesamiento y reducir el nivel de impurezas en el producto final. Durante el proceso de fusión, impurezas como el oxígeno, el nitrógeno, el hidrógeno y el carbono se liberan del metal fundido y se bombean al exterior. Esto ayuda a garantizar la producción de metales y aleaciones de gran pureza.
La fusión por inducción en vacío es especialmente importante para la producción de aleaciones de alta calidad, incluidas las superaleaciones y los aceros de alta resistencia, que pueden contener elementos refractarios y reactivos. Estos materiales requieren un procesamiento en vacío para evitar la formación de inclusiones de óxidos no metálicos que pueden provocar el fallo prematuro de las piezas.
El proceso de fusión por inducción en vacío se consigue mediante inducción electromagnética. Se hace pasar una corriente alterna a través de la bobina de inducción, creando corrientes eléctricas parásitas en el metal. Estas corrientes de Foucault generan calor y acaban fundiendo la carga metálica.
En general, la fusión por inducción en vacío es un proceso crucial en la metalurgia secundaria, que permite la desgasificación eficaz de la masa fundida y el ajuste preciso de la composición de la aleación. Se utiliza ampliamente en diversas industrias, como la aeroespacial, la automovilística y la electrónica, para la producción de metales y aleaciones de gran pureza con propiedades y características de rendimiento específicas.
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