La temperatura óptima para la soldadura fuerte del cobre suele oscilar entre 593 y 816°C (1.100 y 1.500°F). Este intervalo de temperatura es crucial para garantizar el flujo y la adherencia adecuados del metal de aportación al material base de cobre.
Explicación de la gama de temperaturas:
La selección de la temperatura para la soldadura fuerte del cobre está influida por la necesidad de conseguir un flujo adecuado del metal de aportación sin causar daños al material base. En el límite inferior de la gama (1.100°F), el metal de aportación empieza a fluir adecuadamente para rellenar los huecos de la unión, asegurando una unión fuerte. A medida que la temperatura aumenta hacia el límite superior (1.500 °F), la fluidez del metal de aportación mejora, facilitando una mejor humectación y penetración en la junta. Sin embargo, si se sobrepasa esta temperatura puede producirse una fusión excesiva o distorsión del cobre, comprometiendo la integridad de la unión soldada.Consideraciones sobre el metal de aportación:
La elección del metal de aportación también desempeña un papel importante en la determinación de la temperatura de soldadura fuerte. La temperatura mínima de soldadura fuerte para la mayoría de los metales de aportación suele fijarse al menos 25°C (50°F) por encima de su temperatura de liquidus para garantizar que fluyan libremente y reaccionen eficazmente con el metal base. Esto garantiza que el metal de aportación, una vez fundido, pueda humedecer adecuadamente las superficies del cobre y rellenar cualquier hueco, dando lugar a una unión fuerte y duradera.
Tiempos y atmósfera del proceso:
La duración a la temperatura de soldadura suele oscilar entre 5 y 10 minutos, lo que garantiza que todas las partes del cobre alcancen la temperatura deseada de manera uniforme. Este tiempo es fundamental para evitar un calentamiento insuficiente, que podría dar lugar a una formación incompleta de la unión, o un sobrecalentamiento, que podría provocar la degradación del material. El proceso de soldadura fuerte del cobre suele realizarse en una atmósfera "húmeda" de hidrógeno, que ayuda a eliminar los hidrocarburos residuales y a mantener una atmósfera ligeramente positiva en el horno. Este ambiente ayuda a reducir los óxidos superficiales del cobre, mejorando la acción humectante del metal de aportación y la calidad general de la unión soldada.
Enfriamiento posterior a la soldadura fuerte: